“Me diagnosticaron cáncer de ovario en julio de 2021. Decidí que iba a seguir trabajando y siguiendo mi rutina mientras mi cuerpo me lo permitiera. Gracias a DigniCap pude mantener mi diagnóstico en privado y seguir trabajando sin tener que hablar sobre el cáncer. Perdí alrededor del 50% de mi cabello, pero incluso durante la quimioterapia empezó a crecer nuevamente. ¡Estoy muy agradecida por DigniCap!

“Primero que nada ¡Funciona! ¡Hace mucho frío! Yo era directora ejecutiva de una empresa y nunca pensé que me diagnosticarían, nunca pensé en la pérdida de cabello para un diagnóstico en etapa temprana. No quería decir: tengo cáncer.

Las personas, incluido oncólogos, se sorprendieron cuando les conté mi situación, me miraron y dijeron: ¡Tu pelo! Y respondí que el enfriamiento del cuero cabelludo funciona.

Necesitaba cortarme el cabello muy corto para cumplir con la regla de peinar sin calor, ya que mi cabello requiere secado con secador casi a diario. Además, la regla de no colorear era estricta. Aunque sabía que no se recomendaba, me lo teñí (sin producto con amoníaco) unas seis semanas después del tratamiento, pero mi cabello no sufrió daños.

Ya llevo tres meses post-tratamiento y mi cabello está genial, estoy genial.

¡El enfriamiento del cuero cabelludo sí funciona!”.

“No podría estar más agradecida de DigniCap por salvarme el cabello y hacerme lucir como yo misma durante el tratamiento. El cáncer nos quita lo suficiente como para quitarnos también el pelo. Seguí todas las instrucciones durante y después de mis sesiones: me lavé el cabello con agua fría, lo trencé por la noche para mantenerlo unido, dormí con una funda de almohada de seda, me cepillé con un peine de dientes anchos, usé productos sin sulfato, etc. Estoy agradecida porque conservé el 99% de mi cabello durante el tratamiento, aparte de los pelos de bebé alrededor de mi cara y las patillas que volvieron a crecer aún más rápido debido al enfriamiento del cuero cabelludo. Como mujer joven de 33 años, escuchar que tienes cáncer es bastante traumático sin tener que perder esa parte de ti misma. Lo haría una y otra vez si fuera necesario (lo cual espero que no sea así). Terminé la quimioterapia hace un año y estoy volviendo a teñirme el cabello y tratarlo como de costumbre y no podría estar más feliz.